Las instalaciones eléctricas son parte esencial en nuestro día a día, pues a diario y cada hora hacemos uso de equipos que funcionan gracias al suministro de energía. Por lo tanto, es muy importante contar con una buena instalación eléctrica para obtener el mejor rendimiento en energía y la máxima seguridad. Por ello, es muy importante realizar evaluaciones periódicas de las instalaciones, sobre todo si tienen una antigüedad de más de 15 años. Gracias a estas evaluaciones hacemos cambios de conductores eléctricos, tomacorrientes, entre otros elementos que posiblemente no estén rindiendo como debería o estén originando fugas que no estemos controlando.

Durante un mantenimiento eléctrico podemos detectar fallas latentes y posibles complicaciones futuras a medio o largo plazo. La aplicación del mantenimiento se verá reflejada en los costos de la producción, la calidad de los diferentes servicios, la capacidad operacional, la capacidad de respuesta ante situaciones de cambio y el uso de los medios de protección físicas. Cuando finaliza los mantenimientos se le entrega al cliente protocolos de prueba y/o certificado de operatividad según corresponda para el respectivo tramite que va realizar.